Umuryango Ukomera Uri Hamwe - Las familias son fuertes juntas

Los niños que viven en la pobreza a menudo corren el riesgo de dejar a su familia para trabajar en el vertedero. Las principales razones de esto son los sistemas familiares desgarrados, la violencia familiar, la exclusión, la pobreza y la falta de comunicación intrafamiliar. El estrés psicológico debido a crisis políticas pasadas disminuye la capacidad de los padres para proporcionar un entorno seguro para sus hijos y, a menudo, conduce al maltrato en las familias. Los niños del distrito de Buterere que pasan sus días en las calles o en los vertederos de Bujumbura, Burundi para ganarse la vida, son particularmente vulnerables. El proyecto tiene como objetivo crear un entorno seguro para estos jóvenes y fortalecer sus estructuras familiares a largo plazo para evitar que pierdan la cohesión familiar debido a la pobreza y la falta de apoyo. Para este propósito, planeamos tratar psicoterapéuticamente a los padres traumatizados y mejorar sus habilidades de crianza dentro de las familias en sesiones grupales y familiares. El tratamiento individual del trauma también tiene como objetivo reducir los problemas de agresión frecuentemente asociados con el trauma para reducir las consecuencias negativas para los niños. Las sesiones grupales para padres tienen como objetivo abordar temas como habilidades de crianza, abuso de alcohol, planificación familiar y conflictos entre parejas. Las visitas familiares tienen como objetivo reforzar la comunicación entre los niños y sus padres. La situación financiera se mejorará a medio plazo mediante proyectos de grupos agrícolas. Además, los niños y jóvenes participantes tendrán acceso a la escuela y la educación, y participarán en un grupo de formación de habilidades. A largo plazo, los padres deben establecer grupos de ahorro y microcrédito para asegurar la educación de los niños. Este diseño multifactorial debería ayudar a reducir los principales factores de riesgo mencionados anteriormente para vivir en la calle. El proyecto involucra a 40 familias, que se ven particularmente afectadas por la pobreza y las experiencias traumáticas. Los tutores legales dentro de las familias se identifican al comienzo del proyecto y se involucran directamente para fortalecer las habilidades de crianza, mejorar la situación económica de la familia y permitir que los adultos afectados por las violentas crisis políticas en Burundi aborden sus propios problemas psicológicos. . Además, se identifica como principal beneficiario a un niño entre 5 y 20 años por familia. Esto sirve para profundizar en la comunicación de la familia y, en particular, para tener suficientemente en cuenta la perspectiva de los niños. A través del enfoque integral del proyecto, que garantiza apoyo psicológico, médico, social, legal y económico, se protegerá a los niños del aumento de la violencia en las calles y de la violencia familiar a largo plazo. El proyecto se basa en los hallazgos científicos de las organizaciones ejecutoras, que llevaron a cabo proyectos similares en Burundi en los últimos años.