Estabilidad mandibular y deformidad dentofacial

El tratamiento de la discrepancia esquelética en la actualidad se realiza principalmente mediante la combinación de procedimientos clínicos y quirúrgicos en los que la ortodoncia pretende alinear los dientes de acuerdo con su respectivo hueso alveolar y el procedimiento quirúrgico -cirugía ortognática- realinear los maxilares en una posición adecuada entre sí y en relación con el resto del esqueleto craneofacial. La cirugía ortognática se ha desarrollado a lo largo de los años tanto técnicamente como en cuanto a dispositivos de fijación de los segmentos operados, proporcionando predicción de resultados con baja incidencia de complicaciones. Un punto de debate está relacionado con la posible inestabilidad de la posición mandibular como referencia para la planificación quirúrgica debido a su articulación con la fosa temporal, la articulación temporomandibular. Sin embargo, los estudios han demostrado que no siempre la posición de la mandíbula obtenida por el articulador refleja la posición observada en los sujetos después de la inducción de la anestesia general. Dado que no existe evidencia que indique que alguna alteración de la posición de la mandíbula pueda influir en los resultados de una cirugía ortognática ni relación alguna de cierto tipo de deformidad dentofacial que se vería beneficiada por un orden específico de cirugía o referencia esquelética (maxilar o mandíbula), el presente estudio pretende aclarar algunas de estas preguntas.