Tratamiento con CoQ10 para mejorar la fertilidad en pacientes de edad avanzada

Durante las últimas 4 décadas, debido a cambios culturales y sociales, las mujeres en el mundo desarrollado han retrasado significativamente el parto. Es bien sabido que la fertilidad disminuye con la edad y que las tasas de nacidos vivos en mujeres mayores de 35 años son significativamente más bajas tanto de forma natural como con reproducción asistida en comparación con las mujeres menores de 35 años. La disminución en la tasa de nacidos vivos refleja un aumento en la aneuploidía de los ovocitos que conduce a una calidad reducida del embrión, así como a una mayor incidencia de abortos espontáneos y defectos congénitos, sobre todo el síndrome de Down (trisomía 21). Existe evidencia de que los pacientes mayores con infertilidad tienen una actividad mitocondrial anormal en los ovocitos y una producción reducida de ATP. El huso meiótico, crucial para la segregación cromosómica normal, puede no formarse correctamente en ausencia de niveles adecuados de ATP. Los husos alterados pueden dar como resultado embriones aneuploides, que se implantan mal o no se implantan.

La coenzima Q10 (CoQ10) es un antioxidante similar a una vitamina, esencial para el correcto funcionamiento de la cadena respiratoria mitocondrial. Se ha demostrado que hay una disminución del nivel de CoQ10 en varios tejidos con el envejecimiento (como el músculo). Sugerimos que una posible explicación para la función mitocondrial alterada del ovocito puede ser la disponibilidad o utilización disminuida del sustrato CoQ10 en función del envejecimiento. Los ovocitos y, de hecho, las células pregranulosas que dan lugar a las células de la granulosa (GC) y del cúmulo (CC), son únicos en el cuerpo ya que no hay división celular durante muchos años. Por lo tanto, en las mujeres mayores, los ovocitos y los GC en los folículos primordiales habrán estado expuestos a bajos niveles de especies radicales de oxígeno producidas por la respiración mitocondrial durante décadas, lo que podría provocar daños acumulativos en las mitocondrias y el ADN. La menor disponibilidad de CoQ10 contribuiría a reducir la actividad antioxidante y disminuiría la producción de ATP por parte de las mitocondrias en el ovocito. Además, la función mitocondrial comprometida en los GC puede afectar la producción de hormonas esteroides, ya que la esteroidogénesis se inicia en la membrana mitocondrial interna. Por lo tanto, se crea un círculo vicioso por el cual la disminución de la biodisponibilidad de CoQ10 con la edad avanzada podría afectar negativamente la meiosis y la capacidad de desarrollo adicional de los gametos.

En nuestro modelo de ratones, demostramos disfunción mitocondrial en ovocitos de madres ancianas. De importancia, descubrimos que muchas de estas anomalías mitocondriales podrían corregirse parcial o completamente mediante la suplementación materna con CoQ10, lo que se traduce en un aumento significativo en el tamaño de la camada de hembras viejas tratadas. Podríamos demostrar también la "normalización" de la viabilidad y la función de CC (que "nutre" el ovocito) mediante la suplementación con CoQ10. El objetivo del proyecto propuesto es investigar los niveles de CoQ10 y la función CC en mujeres de edad avanzada y el potencial del tratamiento con CoQ10 para mejorar la función folicular y, como resultado, mejorar la calidad de los ovocitos. Si se demuestra que los niveles intrafoliculares de CoQ10 disminuyen con el envejecimiento materno, la suplementación nutricional con CoQ10 puede convertirse en el futuro "ácido fólico" para mejorar los resultados reproductivos en mujeres mayores y no solo en aquellas con problemas de infertilidad.