Donaciones de muestras de sangre para estudiar el papel de los genes en el dolor

Este estudio intenta identificar los genes que pueden aumentar o disminuir la probabilidad de que el dolor ciático (dolor punzante en la pierna) persista 1 año después del tratamiento de una hernia de disco espinal. Muchas proteínas en los nervios, la médula espinal y el cerebro están involucradas en el procesamiento del dolor. Estas proteínas varían ligeramente en diferentes personas. Los estudios en animales han demostrado que las ratas y los ratones con ciertos tipos de proteínas experimentan dolor crónico después de una lesión ciática, mientras que los que tienen otros tipos no. Una mejor información sobre el papel de los genes en el procesamiento del dolor puede conducir a una prueba del riesgo de dolor crónico para individuos específicos y enfoques de tratamiento más efectivos.

Este estudio incluirá a personas que participaron en el Estudio de dolor lumbar de Maine sobre la historia natural del dolor de columna. El estudio de Maine incluyó pacientes tratados por dolor ciático causado por una hernia de disco. En este estudio, los pacientes que no mejoraron con el tratamiento médico fueron derivados a cirugía para extirpar el disco. De los referidos para cirugía, 275 eligieron operarse y 232 no. Un año después de la consulta quirúrgica, el dolor de piernas se redujo en el 81 por ciento de los pacientes que se sometieron a cirugía. De los que rechazaron la cirugía, el 56 por ciento mejoró después de 1 año. Este estudio buscará diferencias genéticas en el grupo no quirúrgico que podrían revelar diferencias entre los que mejoraron y los que no.

Los participantes proporcionarán una muestra de sangre (aproximadamente 2 cucharadas) para las pruebas genéticas. También proporcionarán información sobre el origen étnico de sus padres y abuelos. Las diferentes variantes genéticas ocurren en diferentes grupos étnicos, por lo que la información sobre el origen étnico ayudará a los investigadores a saber qué variantes genéticas buscar. Los participantes completarán un cuestionario sobre su historial de tabaquismo, porque la misma proteína en el cerebro que responde a la nicotina también puede desempeñar un papel en la disminución o el aumento del dolor. Además, algunos cirujanos creen que fumar puede interferir con la curación de los huesos de la columna. La información de este estudio ayudará a resolver esta pregunta.

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