Comparación de la contaminación de la botella de irrigación salina nasal entre dos soluciones

La rinosinusitis es una de las enfermedades más prevalentes en los Estados Unidos con un estimado de 31 millones de adultos diagnosticados con esta condición. Se ha estimado que la carga anual de atención médica supera los 5.800 millones de dólares. Desafortunadamente, la etiología subyacente de la rinosinusitis no se comprende por completo y puede abarcar múltiples factores, entre ellos: variaciones anatómicas, función inmunitaria alterada, disfunción ciliar, alergias estacionales, alergia a la aspirina y biopelículas bacterianas. Existe una gran variedad de opciones de tratamiento encaminadas a reducir los síntomas de la rinosinusitis siendo las irrigaciones nasales salinas (NSI) una de las bases de la intervención terapéutica.

Los beneficios de la NSI en la rinosinusitis para reducir los síntomas nasales se han demostrado en múltiples informes. Los mecanismos en los que la NSI ejerce sus efectos beneficiosos no se conocen por completo, aunque existen varias teorías, entre ellas: mejora de la función mucociliar, disminución del edema de la mucosa nasal y eliminación de desechos infecciosos y alérgenos. Los NSI se administran por vía intranasal con el uso de una botella de irrigación con una amplia variedad de marcas comercialmente disponibles para que los pacientes seleccionen. En el Departamento de Otorrinolaringología-Clínica de Cirugía de Cabeza y Cuello del Sistema de Salud de la Universidad de Virginia, se proporcionan botellas de NeiMed a los pacientes a los que se les diagnostica rinosinusitis. Además, a los pacientes se les entrega una hoja informativa sobre el cuidado y limpieza de estas botellas de irrigación. Desafortunadamente, las botellas de irrigación pueden colonizarse con bacterias que incluyen: Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumonia, Pseudomonas aeruginosa y especies de Candida. La contaminación de las botellas de irrigación puede ser un nido para la introducción continua de bacterias en la cavidad nasal y, por lo tanto, la disminución de los efectos beneficiosos de la NSI.

Recientemente, se ha desarrollado una nueva solución de irrigación comercialmente disponible, ChitoRhino, con quitosano, un polisacárido natural que ha demostrado tener propiedades antibacterianas y antifúngicas. Este polisacárido tiene propiedades beneficiosas en múltiples aplicaciones clínicas, incluida la cicatrización de heridas y la cirugía posoperatoria de los senos paranasales. La función antimicrobiana del quitosano se desarrolla a partir de su estructura policatiónica. El quitosano interactúa con la pared bacteriana cargada negativamente, lo que provoca la ruptura y la lisis celular. Hay escasez de literatura que examine el efecto beneficioso del quitosano en la disminución de la contaminación bacteriana en las botellas de irrigación. Este proyecto representa un estudio piloto que investiga los efectos antimicrobianos del quitosano en botellas de irrigación para pacientes con rinosinusitis.