Hábitos alimentarios de los adultos durante la cuarentena

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el último brote de coronavirus como una "pandemia", la mayoría de los países tuvieron que tomar medidas estrictas, como prohibiciones de viaje y bloqueos, para evitar la propagación del virus. Desafortunadamente, esta situación inesperada ha provocado que muchas personas en todo el mundo entren en pánico y compren y se abastezcan de alimentos durante un período de tiempo impredecible, ya que no se puede estimar cuándo se controlará el brote.

La nutrición juega un papel importante en nuestra vida cotidiana; constituye una gran parte de una vida saludable, reúne a las personas para socializar alrededor de una mesa y, a veces, puede usarse en momentos de estrés como un mecanismo de afrontamiento que conduce a comer emocionalmente.

En este estudio se plantea la hipótesis de que los adultos pueden tener la tentación de cambiar sus hábitos alimentarios cotidianos debido al aislamiento social. Los seres humanos son generalmente seres sociables y este período de aislamiento social los presionará psicológicamente y puede hacer que algunos de ellos coman más en cantidad o frecuencia como mecanismo para hacer frente al miedo y la ansiedad crecientes. Por otro lado, también se plantea la hipótesis de que algunas personas pueden preferir formas más saludables de comer, como consumir más frutas y verduras, beber más agua, etc., creyendo que si pueden mejorar su inmunidad, será menos probable que contraigan el virus. . El estudio también puede mostrar que algunas personas se verán muy afectadas económicamente y esto alterará sus preferencias dietéticas.

Dentro del alcance de este estudio, se realizará una encuesta en línea que consta de 20 preguntas a voluntarios mayores de 18 años que pasan la mayor parte de su tiempo en casa en aislamiento social debido al brote de coronavirus. La encuesta no incluye preguntas personales, sino solo datos demográficos generales, incluidos el género, el rango de edad, el país en el que residen actualmente, la duración de la cuarentena y si han observado o no algún cambio en sus patrones de alimentación desde el comienzo de este período.

En algunas preguntas, los cambios observados, si los hay, se investigan más a fondo para incluir detalles como el aumento/disminución del tamaño de las porciones, la frecuencia de las comidas, etc.